1 nov 2014
Flores para os que nunca volverán
Cita Jesús Alfonso Jato en su libro "Usos, costumes e cousas do Courel" que cuando fallecía alguien mandaban tocar (a difunto) la campana de la iglesia. Los ricos eran privilegiados, mientras por ellos tocaban la campana toda la tarde por un pobre tocaban un poco. Por la noche, antes del enterramiento los vecinos velaban el cuerpo del difunto durante toda la noche en su casa, mientras rezaban el rosario y encendían una lámpara de aceite que solía ponerse al lado de la persona fallecida. (Jesús cita textualmente que lo que escribe refiere a su aldea Meiraos, en otras aldeas del Courel había algunas diferencias)
Publicado por
Gelis López
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