22 nov 2016

A pegada da amizade


Son moitos os anos que pasaron desde que coñecín a Manolo de Montero.
 A primeira vez que nos cruzamos baixaba dos pastos cun rabaño, de súpeto vinme no medio das ovellas sen saber que facer, mentres él me pedía axuda para canalizalas cara a casa pois baixaban rápido e sen control.

 Son muchos los años que han pasado desde que conocí a Manolo de Montero.
La primera vez que nos cruzamos bajaba de los pastos con un rebaño, de repente me vi en medio de las ovejas sin saber que hacer, mientras él me pedía ayuda para encauzarlas hacia casa pues bajaban rápido y sin control.


A última vez que falamos foi como o primeiro día, sempre
contando vellas historias e ríndose do mundo.

La última vez que hablamos fue como el primer día, siempre
 contando viejas historias y riéndose del mundo.


A miúdo gústalle lembrar que era o monaguillo da igrexa
 de San Vicente de Vilamor a súa aldea natal, e que ninguén tocaba as campás como él.

A menudo le gusta recordar que era el monaguillo de la iglesia
 de San Vicente de Vilamor su aldea natal, y que nadie tocaba las campanas como él.


A súa avanzada idade obrígalle a camiñar apoiado nos seus bastóns,
 con eles desprázase polo pobo.

Su avanzada edad le obliga a caminar apoyado en sus bastones,
 con ellos se desplaza por el pueblo.


Manolo, Antonio e Josefa son irmáns e é tanto o aprecio que sinto
 por eles que para mín son como da familia. Sempre que vou a Vilamor
 vou visitalos para ver como están e falar un intre con eles.

 Manolo, Antonio y Josefa son hermanos y es tanto el aprecio que siento
 por ellos que para mi son como de la familia. Siempre que voy a Vilamor
 voy a visitarlos para ver como están y charlar un rato con ellos.


Con todo o meu agarimo e afecto a Manolo de Montero. Pronto nos veremos.

Con todo mi cariño y afecto a Manolo de Montero. Pronto nos veremos. 


0 comentarios:

Publicar un comentario